Estaba sugestionada. Ya me había familiarizado bastante con la página de recursos de discipulado Multiply Movement (https://www.multiplymovement.com/) y con las líneas de pensamiento de Francis Chan y David Platt, aunque no había leído nada publicado por el primero. Sí había visto muy buenos vídeos y su promoción del libro Erasing hell. Un amigo describió el estilo de Chan como dulce.
El año pasado tuve muy buenas lecturas, entre ellas Radical de Platt. Ése libro me golpeó de una forma que sólo puede describirse como el golpe necesario para derrumbar todo lo que está en ti de ti y construir a través de la Palabra más de Dios en ti. En una entrevista compararon Radical con Loco amor, y ésto creó en mí ciertas expectativas. Puedo decir que Radical está en mi top 2 de libros favoritos.
Soy de las personas que piensa que hay un momento acertado para leer cada libro y en cierta manera siento que está determinado por Dios. Puedo estar errónea, pero me sucede siempre al leer. Compré el libro de Francis luego de muchas veces de verlo en las librerías a las cuales voy bastante seguido… quizás más de lo que debería (risas). Pueden preguntarle a mi madre. Luego ocupó un lugar en mi estante, el cual está atestado de libros. Estuvo allí… meses, hasta hace unas dos semanas. Recuerdo ese viernes. Unas amigas y yo tuvimos un tiempo de oración. Preparé un lugar en mi cuarto para tener ese tiempo con Dios, cerca del librero. Al terminar mi periodo de oración, pensé “debo escoger un libro para comenzar a leer”. Y de repente escogí Loco amor de Francis Chan. “Es el momento adecuado”, pensé. Ya había comenzado a leer el prólogo, cuando lo compré, y no me gustó. Pero, aquél no era el momento adecuado.
Sinceramente, no marqué nada en el prólogo. Simplemente no me gustó. Lo siento Chris Tomlin. Llegué al prefacio, el cual inicia con una cita de François Fénelon:
Solamente leer la Biblia, asistir a la iglesia y evitar “grandes” pecados, ¿es eso un amor apasionado y sincero por Dios?
Me gusta lo que hace Chan a continuación, señala a los culpables del estado anémico de la Iglesia. ¡Adivine quiénes son! Pues por si no lo sabía se llaman Usted y Yo. Si usted es parte de la Iglesia (como yo), entonces he ahí a los culpables: Usted y Yo.
Debo decir que el capítulo 1, titulado Deje de orar no me encantó, aunque me encantó el tema del mismo: la naturaleza de Dios. Simplemente pienso que Joshua Harris lo presentó de una forma mucho más contundente en su libro Cava más hondo (en el capítulo 3 específicamente). El capítulo 2 toca un tema que me cae como anillo al dedo: lo que dice nuestro estrés acerca de nuestra confianza en Dios. Aunque me gusta el tema, nuevamente Chan no me atrapó con su forma de escribir. No obstante, el ensayo de Brooke Bronkowski que comparte Chan, resalta en el capítulo. El capítulo 3 lleva el título del libro (o viceversa, como lo quiera ver, es cuestión de perspectiva), Loco amor. Este capítulo trabaja el hecho de que la relación que tenemos con nuestro padre terrenal afecta el concepto que tenemos de Dios. Secundo a Chan en ese argumento, por experiencia. Me parece que es un punto muy valioso para los padres. Usted como padre afecta la vida espiritual de sus hijos; recuerde que Dios es nuestro Padre Celestial. ¿Ve cómo se pueden transferir concepciones de una relación a otra? Y ésto pasa sólo en una dirección, de la relación terrenal a la celestial. Ya en el capítulo 4 comienzo a tomarle cariño al estilo de escritura de Chan. Éste capítulo se titula Perfil de la persona tibia. El mismo está lleno de referencias bíblicas, lo cual es maravilloso. Ahora bien, el mejor capítulo del libro fue el cinco, titulado Servir las sobras a un Dios santo. Comparto un extracto:
Por años, yo le di las sobras a Dios y no sentí vergüenza. Simplemente apartaba mis ojos de la Escritura y me comparaba a mí mismo con otros. Los huesos que yo le lanzaba a Dios tenían más carne en ellos que los huesos que otros lanzaban, así que yo imaginaba que estaba haciendo bien… Balbucear una oración de tres minutos al final del día, cuando ya estamos medio dormidos. Dos arrugados billetes de dólar lanzados como ocurrencia tardía a la ofrenda de la iglesia para los pobres. ¡Agárralo, Dios!
Agarró usted la idea, ¿no? Tratamos a Dios como si fuera un perro. Nunca lo había pensado de esa forma, pero eso no es lo horrible; lo horrible es que es verdad.
De ahí en adelante el libro se vuelve muy bueno. Pero no le seguiré contando acerca de los títulos de los capítulos; compre el libro y léalo. Pero no simplemente lea, reflexione y ore; medite en Dios y ore al Espíritu Santo que cambie su corazón según se expone a la gran cantidad de referencia bíblica que contiene el libro y a las enseñanzas bíblicas que Chan presenta.
Para hacerle justicia al libro, una amiga me indicó que la traducción al español no le hizo justicia al original en inglés. Así que si lee inglés con facilidad, compre el libro en inglés y luego me deja saber su opinión.
– Juliany
P.d. Número de páginas: 173. Compré el libro a $9.99. Lo puede conseguir en todas las librerías cristianas de Puerto Rico o por Amazon.
NICE. Hace tiempo Q vengo escuchando de Radical de Platt, y gracias por la nueva referencia Se escucha bien interesante los agregare a mi lista de lectura.
¡Hola! ¡Que sorpresa saber que leíste mi blog! Es muy significativo. Pues te recomiendo que comiences con Radical de David Platt. Luego lee Cava más hondo de Joshua Harris, y luego Loco amor de Francis Chan. Ése es más o menos mi orden de recomendaciones.